Casi todas las
manifestaciones se estudian desde las más tempranas edades y la cerámica
no es una excepción. En Matanzas un niño de 10 años ya se inclina por las artes
plásticas con la creatividad y devoción
de un artista consagrado y lo hace bien.
Por eso cuando al instructor de artes y especialista en
cerámicas, Emilio González, le hablaron de dar clases a Tomito, ese niño que
gustaba de la cerámica y --según sus padres-- lo hacía bien, tuvo sus dudas
porque los infantes son inconstantes y
no siempre saben lo que quieren.
No obstante, en poco tiempo comprobó que el pequeño era
todo lo contrario. Tenía muy bien definidas sus prioridades y gustos.
Nacido el 21 enero de 2003, Tomas Carlo Nagy Trejo, “Tomito” (como le dicen y decidió tomar para nombre
artístico), comenzará este curso el quinto grado en la escuela primaria Martín
Klein del poblado de Santa Marta, ha
sido jefe de destacamento, alumno integral y desde pequeño se interesó por las artes
manuales.
Me contó que su gusto por la cerámica comenzó cuando por
casualidad asistió a la finca de la familia correa con sus padres.
Allí, para que se
entretuviera, le dieron un poco del barro que se utiliza para
la fabricación de las cerámica --dicha finca es uno de los lugares de la
provincia de Matanzas donde se realizan los festivales del Arte de Fuego, de la Asociación Cubana de
Artesanos y Artistas de Cuba (ACAA) -- y realizó varias figuras con una perfección que llamó la atención de
los adultos.
Cuenta su madre,
Imila Trejo Campos, que desde
entonces le recomendaron y ella buscó a personas que le adiestraran en el
oficio como entretenimiento, sin
embargo, el afán de conocer cada vez más las interioridades del oficio y las
recomendaciones de los tutores le hicieron pensar seriamente el futuro como
artista. Además el entretenimiento lejos
de alejarlo de sus estudios académicos le motivaban a ser cada día un mejor
estudiante en se escuela primaria.
Tomito confesó entonces:
“Me gusta la cerámica porque con ella
puedo expresar lo que pienso. Pero también me gusta mucho estudiar por eso fui
alumno integral en el curso pasado en mi escuela.
No sé que voy a estudiar en el futuro
pero lo que sea no se separará de la
cerámica.”
Recientemente participó como invitado en una exposición
organizada por el fondo de bienes culturales y la dirección municipal de
cultura de Cárdenas en la ciudad balneario de Varadero y, por unanimidad, el
jurado del evento le otorgó el premio de la popularidad.
La casualidad puso a Tomito frente a la cerámica pero aunque
no sabe bien que será en el futuro, al menos como entretenimiento ya tiene una
profesión: ceramista. Solo espero en el futuro
seguir sus pasos para poder hacerle otro reportaje.
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