domingo, 11 de agosto de 2013

Crónica sobre un vaquero fuera de serie.



Dicen que el trabajo ennoblece al ser humano y el ejemplo de quienes garantizan la obtención de los alimentos todos los días del año merece ser divulgado.
 En la Empresa Pecuario Genética de Matanzas  Sergio Quintana Murguía es “un vaquero” fuera de serie para quien acarrear y garantizar el alimento de sus 60 vacas es tarea que repite  varias veces al día  sin queja alguna.
Quintana Murguía, vaquero fuera de serie, tiene como  principal orgullo la satisfacción del deber cumplido y los 800 litros de leche promedio que obtiene por jornada.
Su pasión mayor ganar en el juego del dominó –aunque sé que no siempre lo logra— pero lo que más le incomoda es que le den una pollona en la producción.
Su mayor aspiración: Mantenerse en los primeros lugares de los cumplidores del plan de producción de leche y en el 2014 ganarle a todas las unidades pecuarias  y derrotar a esa que se precia de pisarle los talones como suele decirse en el argot popular.
Él vive en la vaquería, trabaja allí con su familia, conoce a todas sus vacas por su nombre,  se vanagloria de tener a la campeona nacional de producción de leche “Pata Larga” al tiempo que acumula otros premios obtenidos en distintas especialidades vacunas en la última feria internacional de Rancho Boyeros y aunque está a las puertas de la edad límite para su jubilación no quiere que le hablen de eso.
A Sergio lo conocí hace años y desde entonces conozco de su tenacidad en la producción de leche. Entre sus mayores preocupaciones está garantizar el alimento a sus vacas y para ello no descuida la siembra de pastos y cuanto alimento ya sea caña, King grass o morera se pueda sembrar en las áreas de su finca como él le llama.
Su sencillez y fervor revolucionario  le vienen de herencia familiar  pues por varias generaciones han sido campesinos y encuentran el el trabajo de calidad su mayor orgullo.

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