Dicen que el trabajo ennoblece al ser
humano y el ejemplo de quienes garantizan la obtención de los alimentos todos
los días del año merece ser divulgado.
En la Empresa Pecuario Genética de Matanzas Sergio Quintana Murguía es “un vaquero” fuera
de serie para quien acarrear y garantizar el alimento de sus 60 vacas es tarea que
repite varias veces al día sin queja alguna.
Quintana Murguía, vaquero fuera de
serie, tiene como principal orgullo la
satisfacción del deber cumplido y los 800 litros de leche promedio que obtiene
por jornada.
Su pasión mayor ganar en el juego del dominó
–aunque sé que no siempre lo logra— pero lo que más le incomoda es que le den una
pollona en la producción.
Su mayor aspiración: Mantenerse en los
primeros lugares de los cumplidores del plan de producción de leche y en el
2014 ganarle a todas las unidades pecuarias
y derrotar a esa que se precia de pisarle los talones como suele decirse
en el argot popular.
Él vive en la vaquería, trabaja allí
con su familia, conoce a todas sus vacas por su nombre, se vanagloria de tener a la campeona nacional
de producción de leche “Pata Larga” al tiempo que acumula otros premios obtenidos
en distintas especialidades vacunas en la última feria internacional de Rancho
Boyeros y aunque está a las puertas de la edad límite para su jubilación no
quiere que le hablen de eso.
A Sergio lo conocí hace años y desde
entonces conozco de su tenacidad en la producción de leche. Entre sus mayores
preocupaciones está garantizar el alimento a sus vacas y para ello no descuida
la siembra de pastos y cuanto alimento ya sea caña, King grass o morera se
pueda sembrar en las áreas de su finca como él le llama.
Su sencillez y fervor
revolucionario le vienen de herencia
familiar pues por varias generaciones
han sido campesinos y encuentran el el trabajo de calidad su mayor orgullo.
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