El pueblo matancero rindió tributo a la
declaración de la Rumba como Patrimonio inmaterial de la Humanidad por la
UNESCO que derivó en el homenaje de los rumberos yumurinos a Fidel organizado por la filial de la UNEAC.
La rumba por Fidel comenzó con las palabras del presidente de la organización de los escritores y artista. Alberto
García, quien recordó cómo se llegó al reconocimiento de este ritmo heredado de
los ancestros africanos en el mundo entero y cuya vigencia alcanza el siglo XXI.
Agrupaciones de toda la provincia se reunieron para el
toque ancestral con sus variantes de la Columbia, el guaguancó, timba o el
folclor con bailadores de la primera segunda o tercera edad lo que demuestra su
vigencia y continuidad hacia el futuro.
La casa de la cultura Bonifacio Byrne de la barriada de Pueblo Nuevo
acogió a cubanos y extranjeros en una suerte de homenaje a todos los rumberos
del mundo y en especial a quien siempre predicó que la cultura es razón de ser
de la necesidad de un mundo mejor a partir de las raíces folcloricas y patrimoniales más profundas.
Un homenaje a Fidel porque siempre estará entre quienes
siguen su legado desde diferentes aristas de la sociedad.
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