Por primera vez el pintor Gustavo B. Torres expone
fuera de la capital cubana. Y escogió a Matanzas, según confesó, porque desde
niño –-cuando viajaba de su natal Villa Clara a casa de sus familiares en La Habana—le
maravillaron los paisajes, puentes y ríos de la llamada Atenas de Cuba.
Agregó que su primera pintura fue, siendo adolescente
aún, uno de los puentes y paisajes de la ciudad yumurina.
Ahora viene a Matanzas con 19 cuadros pintados en óleo
o acrílicos además de decoraciones hechas en telas que matizan los diseños del
su amigo Pedro Acanda Hernández quien con sus modelos hizo un performance en la
inauguración.
Las pinturas fueron realizadas entre el 2013 y 2017 con
medidas que oscilan desde los 60 y hasta los 120 centímetros, aunque por
nostalgia recrea y escoge algunas de los
años 90 del pasado siglo y del 2000.
Cuenta Gustavo que se graduó en la Academia de San
Alejandro y entre sus primeros trabajos estuvo el de pintor de las
escenografías del Ballet Nacional de Cuba y del ICAIC en la década de los 90.
Agrega en la entrevista que se decidió a exponer por
primera vez fuera de la Ciudad de la habana donde reside actualmente, porque considera
que es un homenaje a la provincia donde si inicia el paisajismo en Cuba con Esteban
Chartrand Dubois entre otros grandes hasta nuestro siglo actual.
Cuando se llega a la expo, el público siente que lo
atrapa esa sensación que dá título a la muestra: porque entre puentes y parajes
se aprecian los ríos y la belleza de la naturaleza matancera.
La muestra permanece abierta hasta el 4 de agosto en la
galería Pedro Esquerré en sus horarios
habituales.
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