Cuentan que a los tres años su nana Adalia
Hernández la llevó al piano y desde entonces la pasión por la música la atosiga
grandemente.
Hilda Elvira santiago llega a los 50 años
de fructífera vida artística y como Carilda tiene el síndrome de la
matanceridad muy arraigado pues en múltiples ocasiones le han propuesto establecerse
fuera de Matanzas y ha declinado.
Ganadora de múltiples premios nacionales en
festivales de teatro por la maestría de sus composiciones musicales, arreglos,
e interpretaciones y concepción de bandas sonoras de espectáculos confiesa su
predilección por el teatro de títeres y entre
sus mayores deseos está volver a hacer sus recitales en la
Sala José White y el teatro Sauto.
Su fe en ello es tal que actualmente
prepara y ensaya las composiciones para ese futuro momento.
En la gala homenaje por sus 50 años de vida
artística efectuada en la sala Pepe Camejo de esta ciudad, el consejo
provincial de las artes escénicas le entregó la distinción que otorga a los
destacados del territorio y el país consistente en las emblemáticas efigies de
la alegría y la tristeza en el teatro.
Hilda Elvira Santiago Novo, fue alumna de
célebres maestros como Zenaida Manfugás, Margot Rojas, Cecilio Tieles y
la polaca Natalia Harnowka.
Entre sus profesores de dirección coral,
composición, armonía, contrapunto y orquestación, se encuentran Manuel Ochoa,
José Ardévol, Federico Smith, Roberto Valera y Leo Brower.
Su labor musical para niños
ha sido recogida en discos, grabaciones y en las partituras escritas para el
Teatro Papalote en los años 60 del pasado siglo, y Teatro de Las Estaciones en la actualidad,
donde con esta última
Cuentan que a los tres años su nana Adalia
Hernández la llevó al piano y desde entonces la pasión por la música la atosiga
grandemente.
Hilda Elvira santiago llega a los 50 años
de fructífera vida artística y como Carilda tiene el síndrome de la
matanceridad muy arraigado pues en múltiples ocasiones le han propuesto establecerse
fuera de Matanzas y ha declinado.
Ganadora de múltiples premios nacionales en
festivales de teatro por la maestría de sus composiciones musicales, arreglos,
e interpretaciones y concepción de bandas sonoras de espectáculos confiesa su
predilección por el teatro de títeres y entre
sus mayores deseos está volver a hacer sus recitales en la
Sala José White y el teatro Sauto.
Su fe en ello es tal que actualmente
prepara y ensaya las composiciones para ese futuro momento.
En la gala homenaje por sus 50 años de vida
artística efectuada en la sala Pepe Camejo de esta ciudad, el consejo
provincial de las artes escénicas le entregó la distinción que otorga a los
destacados del territorio y el país consistente en las emblemáticas efigies de
la alegría y la tristeza en el teatro.
Hilda Elvira Santiago Novo, fue alumna de
célebres maestros como Zenaida Manfugás, Margot Rojas, Cecilio Tieles y
la polaca Natalia Harnowka.
Entre sus profesores de dirección coral,
composición, armonía, contrapunto y orquestación, se encuentran Manuel Ochoa,
José Ardévol, Federico Smith, Roberto Valera y Leo Brower.
Su labor musical para niños
ha sido recogida en discos, grabaciones y en las partituras escritas para el
Teatro Papalote en los años 60 del pasado siglo, y Teatro de Las Estaciones en la actualidad,
donde con esta última
Cuentan que a los tres años su nana Adalia
Hernández la llevó al piano y desde entonces la pasión por la música la atosiga
grandemente.
Hilda Elvira santiago llega a los 50 años
de fructífera vida artística y como Carilda tiene el síndrome de la
matanceridad muy arraigado pues en múltiples ocasiones le han propuesto establecerse
fuera de Matanzas y ha declinado.
Ganadora de múltiples premios nacionales en
festivales de teatro por la maestría de sus composiciones musicales, arreglos,
e interpretaciones y concepción de bandas sonoras de espectáculos confiesa su
predilección por el teatro de títeres y entre
sus mayores deseos está volver a hacer sus recitales en la
Sala José White y el teatro Sauto.
Su fe en ello es tal que actualmente
prepara y ensaya las composiciones para ese futuro momento.
En la gala homenaje por sus 50 años de vida
artística efectuada en la sala Pepe Camejo de esta ciudad, el consejo
provincial de las artes escénicas le entregó la distinción que otorga a los
destacados del territorio y el país consistente en las emblemáticas efigies de
la alegría y la tristeza en el teatro.
Hilda Elvira Santiago Novo, fue alumna de
célebres maestros como Zenaida Manfugás, Margot Rojas, Cecilio Tieles y
la polaca Natalia Harnowka.
Entre sus profesores de dirección coral,
composición, armonía, contrapunto y orquestación, se encuentran Manuel Ochoa,
José Ardévol, Federico Smith, Roberto Valera y Leo Brower.
Su labor musical para niños
ha sido recogida en discos, grabaciones y en las partituras escritas para el
Teatro Papalote en los años 60 del pasado siglo, y Teatro de Las Estaciones en la actualidad,
donde con esta última agrupación obtuvo numerosos premios
nacionales de música en concursos y festivales de la especialidad.
Ha
interpretado importantes obras para piano y orquesta en Cuba y en el
Extranjero. Es pianista de la Orquesta Sinfónica de Matanzas y ha recibido dos
veces el Gran Premio del Concurso CUBADISCO, junto a otros consagrados
interpretes del piano, reunidos en proyectos coordinados por Ulises Hernández.
En exclusiva para esta página web, Santiago
Novo recordó con mucho cariño sus días de directora de la agrupación coral de
la ciudad de Matanzas cuando sólo tenía 14 años y cómo estudiaba en la escuela
de artes en las mañanas en la capital cubana y en las noches hacia su labor de
dirección coral en la ciudad de los puentes todo ello con la cómplice
colaboración de sus padres, familia donde la música es un don regalo de los
dioses…
Su más reciente galardón fue el premio
Avellaneda 2011 por su trabajo en la obra Federico de noche que se suman a
otros caricatos de la UNEAC
recibidos por obras junto a Teatro de las Estaciones.
Interrogada sobre si hubiera preferido otra
profesión en su vida, rápidamente
confesó que no, que su pasión siempre ha sido la música y si volviera a nacer
sería igualmente músico, compositora e intérprete.
Enhorabuena a una artista que gusta de lo
que hace y lo hace muy bien.
Ana
Valdés Portillo