La conmemoración del aniversario 70 del
natalicio del premio nacional de teatro René Fernández fue el pretexto perfecto
para la reapertura de la sala papalote la víspera del onceno taller
internacional de títeres.
Setenta años es mucho tiempo para
algunos. Sin embargo para otros como el maestro titiritero René
Fernández Santana, es muy poco, si piensa en todo lo que le gustaría
hacer en el futuro. Así lo expresó durante el homenaje que sus discípulos,
familiares y amigos le hicieron con el pretexto de reabrir la sala Papalote
totalmente remozada para las funciones que se realizarán durante el onceno
taller internacional de títeres que comienza el sábado 19 de abril en la ciudad
de Matanzas y se extenderá hasta el 27.
Grupos de varias provincias le
regalaron su actuación además de simbólicos
objetos y flores a los que se sumaron instituciones culturales, el sindicato y
la dirección provincial de cultura.
Allí se hizo realidad el adagio
martiano de que Honrar Honra porque René Fernández Santana, quien no por gusto ostenta el premio
nacional de teatro y disímiles condecoraciones nacionales e internacionales, es
un ser humano íntegro, que por sobre todas las cosas muestra muchísimo amor por
su trabajo.
Matanzas puede hoy exhibir con orgullo
la condición de capital del títere gracias al tesón con que en épocas difíciles
defendió siempre su pasión por el teatro e ideó en pleno período especial ese
festival internacional que se avecina y permite al país conocer y que se
conozca el quehacer titiritero del mundo y de Cuba.
Enhorabuena por sus 70 cumpleaños y
agradecidos por su capacidad de vencer siempre los molinos de viento.
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