miércoles, 29 de agosto de 2018

Falleció poetisa cubana Carilda Oliver Labra.


Una sensible pérdida se lamenta hoy en el mundo de las artes: la Premio Nacional de Literatura Carilda Oliver Labra dejó de existir en su casa de la calzada de Tirry 81 rodeada de familiares y personal médico especializado.
Conocí a Carilda Oliver Labra  en la década de los años 70. Esbelta, con su melena rubia y tacones altos. Nunca fue muy gruesa.  Cuidaba su figura. Su principal virtud, amar la poesía y la tierra que la vio nacer.
Tuvo ofertas millonarias para abandonar a su pueblo que declinó constantemente. En la década de los años 50 recibió el premio nacional de poesía y en la de los 90 el nacional de literatura.
Más de medio centenar de lauros y distinciones la acompañaron a lo largo de sus 96 años y nunca perdió su alegría y satisfacción por hacer lo que más le gustaba, poesía y tertulias en su casona.
Se va como llego a este mundo, aunque será recordada y homenajeada siempre por quienes crean en la maravilla de los versos y la palabra escrita.
Es un adiós momentáneo porque siempre regresará a los matanceros y cubanos en cada poema que la recuerde viva. 


Se informa a la población matancera y cubana que las cenizas de la poetisa premio nacional de literatura Carilda Oliver Labra serán expuestas en el horario de 3.00 a 6.00 de la tarde en su casona de la calzada de Tirry 81 donde el público podrá rendirle póstumo homenaje.










jueves, 16 de agosto de 2018

Teatro de las estaciones cumplió 24 años de fundado.


Hacer un cumpleaños sin cake suena un poco raro… pero hacerlo con una función de lujo que finalizó con la rifa de lindos peluches a los niños participantes es una genial idea que teatro de las Estaciones es capaz de concebir a partir de sus preceptos fundacionales.
Rubén Darío Salazar Taquechel. Director Teatro de las Estaciones agradeció a todos los que de una u otra forma han coadyuvado al éxito de teatro de las estaciones  desde todo punto de vista, actuación, realización de imagen, diseño, vestuario, coreografías, música y sobre todo al público que confía en ellos y les sigue.
Dijo además que este es el inicio del año 25 de la fundación a celebrarse en el 2019 y que tienen previsto estrenos, videos, publicaciones de libros, exposiciones, giras y conversatorios.

En agosto de 1994 fui testigo de la primera función, muy llamativa a pesar de las escaseces por estar inmersos en pleno período especial. Casi un cuarto de siglo después se corrobora que valió la pena apoyar y seguir a un grupo con muchísimo talento y resultados en Cuba y el extranjero.
Su último estreno, Retrato de un niño llamado Pablo muestra la adaptación de sus fundadores a los nuevos tiempos y sobre todo su preocupación por que el niño y su familia reflexionen sobre su entorno. Como ven Teatro de las Estaciones no descansa y ya inició la jornada por su cumpleaños 25 a festejarse en el 2019.

 La creación del grupo Teatro de las Estaciones supuso un reto a la imaginación, el deseo de hacer y atención a la educación artística de los infantes matanceros y cubanos. 24 años después todo indica que valió la pena a juzgar por los resultados.






La rumba, Matanzas y sus tertulias…



La rumba es un ritmo muy cubano surgido en la ciudad de los puentes hace más de un siglo. Ella fue la protagonista principal de la tertulia Te con-té que auspicia la filial de la UNEAC y tuvo al grupo Los Muñequitos de Matanzas como invitado especial.
Cierto es que la rumba tiene nombre de mujer. Por eso la asociación de mujeres rumberas Estanislá Luna y Yeya  Calle, surgida hace pocos años en Matanzas, pusieron la nota gigante durante la tertulia Te conté que auspicia la UNEAC en Matanzas. 

Historias de las dos destacadas cultivadoras del género declarado recientemente patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, demostraciones de cómo se baila realmente la rumba y el toque característico de Los muñequitos de Matanzas fueron el plato fuerte de una  tarde que mucho disfrutaron mujeres y hombre citadinos.
Infantes y adolescentes de la academia de baile La rumba soy yo se encargaron de patentizar que la rumba no ha muerto y las nuevas generaciones la incorporan a sus bailes actuales.
Las organizadoras del encuentro anunciaron que la próxima actividad será en octubre y estará dedicada al 325 aniversario de la ciudad Yumurina, y al pintor Lorenzo Padilla que regresó a Matanzas luego de más de medio siglo radicado en París.
Cada mes la tertulia es caracterizada con una prenda diferente, ésta fue el pañuelo y su historia y para octubre  será la guayabera. En jornadas anteriores los protagonistas fueron el sombrero, el paraguas o sombrilla, los dulces caseros y muchas otras iniciativas de sus organizadores.
Los Muñequitos de Matanzas con su director Diosdado Ramos en una demostración de cómo se baila la rumba.

  

jueves, 3 de mayo de 2018

¿Los alebriges convocan a niños cubanos?


Ser periodista trae consigo satisfacciones y preocupaciones. Muchos se preguntarán: ¿por qué?, pero es muy sencillo. Preocupaciones porque cada día encuentras algo que desconoces y quieres que el público que “te sigue” --por usar un término muy de moda en las redes,--  lo aprenda junto a ti o por lo menos busque como tú.
Satisfacciones porque comparto lo que encuentro y pienso que así ayudo a incrementar el conocimiento colectivo.
Así me pasó con la convocatoria de los jóvenes integrantes del teatro la proa suscitó mi interés por conocer qué es un alebrije y su origen.
Claro que el término alebrige lo he oído una que otra vez pero siempre lo había asociado a la fantasía de los cuentos infantiles o películas como la última de Disney llamada Coco y donde se muestra a los alebriges tal cual podría imaginarse.
Al profundizar en mi búsqueda luego de leer la convocatoria que les reproduzco, esto fue lo que encontré.

Convocatoria al Taller de construcción de alebrijes.

El grupo Teatro La Proa, convoca a niñas y niños, mayores de 6 años, al Taller de construcción de alebrijes, que impartirá el artista mexicano Gary Echeverry.

Este Taller se realiza en saludo al 15 Aniversario de los grupos Teatro La Proa y Origami Teatro México y se desarrollará dentro de la Jornada “15 años en La Proa”, los días 30 y 31 de mayo, de 3.00 p.m. a 7:00 p.m., en la sede del grupo habanero en la calle San Ignacio 166 e/ Obispo y Obrapía, Habana Vieja.

Las niñas y niños interesados deben matricularse, antes del 16 de mayo, en la sede de Teatro La Proa, o mediante el correo teatrolaproa@cubarte.cult.cu
Solo existen 20 capacidades.

El Taller de construcción de alebrijes forma parte del intercambio que desde hace dos años desarrollan ambos grupos.  Cuenta con el apoyo del Centro de Teatro de La Habana, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas, UNIMA Cuba, la Dirección de Gestión Cultural de la Oficina del Historiador, UNICEF-Cuba, el proyecto a+ espacios adolescentes y la Dirección de Educación artística del MINED, entre otras instituciones.

El alebrije es un tipo de artesanía originaria de México. Se trata de artesanías fabricadas con la técnica de la cartonería, que se pintan con colores alegres y vibrantes. Los alebrijes son seres imaginarios conformados por elementos fisonómicos de animales diferentes, una combinación de varios animales, no solo fantásticos sino también reales.
La cartonería, una técnica utilizada en México para la elaboración de piñatas y judas, consiste en el modelado del papel, por lo regular papel de periódico, con cartón. En la técnica empleada para los alebrijes se usa una estructura de alambre o de carrizo sobre la que se procede al modelado con papel y cartón y por último se realiza el acabado con diversas técnicas de pintura de los alebrijes.


Historia de los alebrijes.
A la edad de 30 años Pedro Linares López, que era cartonero de oficio y originario de la Ciudad de México, enfermó, perdió la conciencia y cayó en un profundo sueño, el cual le revelaría unas criaturas extrañas que cambiarían su destino como artesano de La Merced. Enfermo y sin acceso a médicos que pudieran tratar su enfermedad, sus hermanas intentaron hacerlo reaccionar con remedios caseros sin resultado alguno.
Se dice que, en cama e inconsciente, Pedro soñaba con un lugar extraño e interesante, muy apacible, algo así como un bosque en el que había árboles, rocas y animales; podía ver las nubes y el cielo de aquel mágico escenario. Él sentía que todo estaba en calma, no experimentaba dolor alguno y era feliz por estar caminando en ese lugar; sin embargo, de repente, las rocas, las nubes y los animales se convirtieron en criaturas extrañas; se trataba de animales que no podía distinguir porque eran de una naturaleza muy rara. Don Pedro vio un burro con alas, un gallo con cuernos de toro, un león con cabeza de perro. Todos esos animales gritaban al unísono una sola palabra: ¡Alebrijes! Gritaban más y más fuerte: ¡Alebrijes, alebrijes, alebrijes!
Pedro siguió su camino en aquel fantástico sueño y mientras recorría un sendero de piedras vio a un hombre que caminaba tranquilamente y le pidió ayuda para salir de aquel lugar. El hombre le respondió que él no debía estar allí todavía y que tenía que seguir andando pues a unos cuantos metros había una salida. Pedro corrió y corrió hasta que quedó frente a una ventana estrecha por la que apenas pudo escabullirse, momento en el que despertó.
Como al despertar se levantó repentinamente en medio de su propio velorio, al verlo reaccionar de lo que parecía ser su muerte alguien lanzó una expresión de asombro que se perdió entre rezos y exclamaciones. Pedro estaba totalmente recuperado y ya a partir de entonces empezó a recordar su sueño. Quería que su familia y todas las personas conocieran a esos animales fantásticos. Entonces, aprovechando su habilidad de cartonero, Pedro Linares tomó un pedazo de papel, moldeó esas figuras, las pintó igual a como estaban en sus sueños y así les dio entidad a los alebrijes. A lo largo de su vida Don Pedro Linares mostró su trabajo a mucha gente, tanto en México como en el extranjero, y fue invitado a los Estados Unidos y a Europa para exhibir sus alebrijes. Conservó las tradiciones populares que había heredado de sus abuelos y sus padres y aportó una invaluable creación al arte mexicano y a esas mismas tradiciones. Pedro Linares López trabajó jornadas de dieciséis horas todos los días hasta un día antes de su muerte, la que tuvo lugar el 26 de enero de 1992, a la edad de 86 años. Ahora, Miguel Linares, Paula García, Blanca y Elsa Linares continúan con la tradición y el trabajo que Pedro les dejó como herencia, las extraordinarias piezas reconocidas a nivel mundial: los alebrijes.
En una versión distinta de la que se acaba de relatar se dice que al pintor mexicano José Antonio Gómez Rosas, apodado El Hotentote, a su paso por la Academia de San Carlos, en donde se organizaba anualmente un baile de máscaras, se le pidió que realizara una serie de telones, por lo que le encargó a su cartonero Pedro Linares que hiciera una nave y un alebrije. Ante esa petición Linares le preguntó al pintor cómo hacerlo, a lo que este respondió: “toma un Judas y ponle cola y alas de murciélago”. En las pinturas de El Hotentote suelen aparecer figuras zoomorfas y fantásticas en las que se combinan partes de reptiles, de aves, de anfibios, de insectos y de mamíferos, al igual que diferentes épocas y estilos.
A partir del sueño que tuvo en 1936 Linares comenzó a diseñar figuras extrañas y coloridas con alas, cuernos, colas, colmillos y demás. Esas esculturas fueron descubiertas por sus primeros clientes, que eran maestros pirotécnicos, y luego por la cineasta Judith Bronowski, quien dio a conocer a nivel mundial la historia de los alebrijes y al maestro Pedro Linares López a través de un documental que ella misma produjo y dirigió.
Alebrije creado por Pedro Linares López en 1986. 
Pedro Linares recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1990 por su gran trayectoria artística y por su creación: los alebrijes. En la actualidad los hijos y los nietos de Linares, así como miles de cartoneros más, continúan con la tradición familiar creando alebrijes.
Desde el año 2007 el Museo de Arte Popular realiza el Desfile de alebrijes monumentales, conocido como: Noche de los alebrijes

También pude copiar algunas imágenes que les dejo para que las disfruten.