martes, 17 de marzo de 2015

-Matanzas celebró los 80 años de vida de Marta Valdés y los 60 de su caminar por la música-

Afiche xoncierto de Martha Valdés en Matanzas.
"Tú eres el culpable de todo esto", dijo mirándome directo a los ojos Marta Valdés, la conocida compositora e intérprete cubana al término del concierto homenaje: Matanzas, la ciudad que le faltaba al mundo; espectáculo que dentro del programa de la Feria del Libro en Matanzas, dirigí el pasado 14 de marzo en la Sala Pepe Camejo.

Acepto esa culpabilidad. El homenaje fue una transgresión buena en la que me acompañaron muchos amigos, pues como bien escribió en las notas al programa el poeta y editor Alfredo Zaldívar, --otro de los culpables,--  fue una forma de devolverle a Marta todo lo que ha entregado a la llamada ciudad de los puentes, desde sus canciones que hablan de poetas, paisajes y la mítica niebla de los ríos San Juan y Yumurí.

Tras la lectura de un fragmento del poema: "Los reales del silencio", de Camilo Venegas, por el actor Iván García, actor del Teatro de Las Estaciones, fue la propia Marta quien puso en nuestras manos lo que algunos consideran el primer video clip del prestigioso cineasta cubano Fernando Pérez.
El material audiovisual se proyectó en exclusiva ante el público asistente al concierto. Canción fácil, texto y música de su autoría, en versión e interpretación de Haydee Milanés, forma parte de un disco que la joven grabó en homenaje a los 80 años de la reconocida compositora. Es un singular presente para el alma y el pensamiento. La mirada escudriñadora de Fernando se adueña de una visualidad que no se conforma con ilustrar, sino que se empeña en sugerir mucho más de lo que el ojo humano alcanza a ver.

Entre fragmentos leídos por la actriz María Laura Germán, también del Teatro de Las Estaciones, de una carta enviada por la cantautora a Zaldívar, en ocasión de celebrarse el tricentenario de la ciudad matancera, en 1993, se sucedieron las actuaciones de Danza Espiral.
 La mencionada compañía yumurina ofreció versiones coreográficas de  su directora Liliam Padrón y del primer bailarín Yadiel Durán sobre boleros y canciones de Marta (Palabras y ¿Hacia dónde?), y de la pieza para piano "La plus que lente", del francés Claude Debussy, obra que siempre le pedía la Valdés a la pianista matancera Elvira Santiago antes de regresar a la capital, tras sus visitas en los años 70 a la bien nombrada Atenas de Cuba.
           
El dúo Lien y Rey tuvo invitados especiales para acompañar los números que dedicaron a la compositora habanera. La niña Luna Pantoja en el violoncello,  ejecutó un fino arreglo sobre el tema El viento eres tú, de Silvio Rodríguez, y la chelista Felipa Moncada,  hizo sonar su instrumento con la exquisita técnica e interpretación que la caracterizan. Canciones ya conocidas del repertorio del dúo y otra de reciente nacimiento se escucharon atentamente por la homenajeada y el auditorio, en el cual se encontraban los poetas y narradores Antón Arrufat, Luis Lorente, Reynaldo García Blanco, Julio Mitjans, Israel Domínguez y José Manuel Espino, entre otros intelectuales que participaban en la edición matancera de la Feria del Libro.

El actor y cantante Freddy Maragotto recitó el texto de la guajira "Estampa matancera", otra de las composiciones dedicadas por Marta a la ciudad que le faltaba al mundo, escrita especialmente para Ñico Rojas, creador del bolero Ayer, cantado después por Maragotto, quien cerró su intervención con el danzón bíblico "El octavo día," una composición donde la Valdés considera a Matanzas el  punto final de la creación divina, surgida gracias a una milagrosa iluminación durante una siesta dominical.

Todo quedó dispuesto para el cierre. No podía ser otro que la recreación coreográfica de la canción José Jacinto, tributo musical de Marta Valdés al bardo enloquecido de amor.
Las bailarinas de Danza Espiral, cual novias fantasmales, se adueñaron de las tablas para dar paso al actor Francisco “Pancho” Rodríguez* ataviado como el poeta, según la concepción plástica del artista Sergio Roque, el cual terminó sentado al lado de la cantautora, momento final en que sobrevinieron el apagón y los aplausos.

Marta recibió flores y saludó a los artistas participantes, además de expresar en público su agradecimiento e intensa emoción. Comparto mi culpa con todos estos colegas, cada uno de ellos aportó  lo mejor de su arte como regalo para quien no ha escatimado desde hace 60 años ni un centímetro de su talento, florecido en función del bienestar de todos. Posteriormente le fue entregado el sello conmemorativo por el Bicentenario del nacimiento del poeta y dramaturgo José Jacinto Milanés. La honrosa distinción, diseñada por Johann Enrique Trujillo y concebida por el Centro Provincial del Libro, se entrega a los creadores que han enriquecido a la cultura matancera con sus obras, además de continuar el espíritu raigal del bardo que habló de amores, patria y luz como si se tratara de respirar.

La Sala Pepe Camejo, sede del Teatro de Las Estaciones, lleva el nombre del maestro titiritero que dirigió en los años 60 la puesta en escena Pinocho con el Teatro Nacional de Guiñol. Fue Marta Valdés quien puso música a la mencionada producción. Su reciente visita a esta instalación escénica, llena nuestro espacio con los mejores sonidos y silencios de la que naciera en 1934. Ese hecho y la culpa acompañada de congratularla con un espectáculo pensado especialmente para ella, es un obsequio feliz que nos hicimos también nosotros mismos.

Rubén Darío Salazar

*Actor del Teatro Mirón Cubano

Fotos: Julio César García

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