La
provincia de Matanzas se ratifica por octava ocasión como la mejor del país en
la producción de miel de abejas, cera y
propóleos, gracias a la eficiente labor de sus apicultores y personal de apoyo.
Se
recuerda que hace unos días se recibió con gran júbilo en la Unidad Empresarial
de Base (UEB) Apícola Matanzas, el
camión con los tanques que completaban las mil toneladas de miel de abejas que
hoy con 185 más sobrepasan el plan anual
de ese importantísimo rubro exportable ascendente a mil 130 e iguala los niveles
productivos de la década de los años 80
cuando existían todas las condiciones necesarias para el trabajo con esos
diminutos a importantes insectos.
El
director de la UEB Apícola Matanzas,
Jesús Falcón Sotolongo, dijo
sentirse, al igual que los apicultores,
muy satisfecho por los resultados alcanzados en el año que finaliza,
pues se logran indicadores que, si bien no llegan al record histórico de
producción de miel de los matanceros, muestra el camino para patentizar que se
puede superar dicho record.
Lo
fundamental es continuar trabajando unidos y seguir estimulando el movimiento
de los centenarios (apicultores que obtienen 100 kilogramos de miel por
colmenas) de los cuales ya la provincia cuenta con doce repartidos en varios
municipios.
Durante
los últimos ocho años Matanzas ha sobre cumplido su plan de extracción de
mieles, ceras y propóleos además de la cría de abejas reinas, pilar fundamental
para mantener la alta producción y la vitalidad de las colmenas.
Este
año el plan de extracción de ceras era de 14 mil 690 kilogramos y lo superaron
con 23 mil 408, mientras el de propóleos ascendió a 396 y obtuvieron 767.
En
cuanto al plan de abejas reinas
--superado desde finales del mes de octubre—de un total de 13 mil 240,
lograron 15 mil 282.
La
provincia de Matanzas cuenta con casi un centenar de apicultores y más de 20
mil 615 colmenas.
La
tonelada de miel de abejas se cotiza actualmente por encima de los tres mil 600
dólares por lo que este esfuerzo no sólo ayuda la entrada de divisas al país –
y quien quiera que saque las cuentas--, sino que contribuye al equilibrio
medioambiental y a la polinización de las flores en la producción agrícola algo
imprescindible en los tiempos del mundo en que vivimos.
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