Una sensible pérdida
se lamenta hoy en el mundo de las artes: la Premio Nacional de Literatura
Carilda Oliver Labra dejó de existir en su casa de la calzada de Tirry 81
rodeada de familiares y personal médico especializado.
Conocí a Carilda Oliver Labra en la década de los años 70. Esbelta, con su
melena rubia y tacones altos. Nunca fue muy gruesa. Cuidaba su figura. Su principal virtud, amar
la poesía y la tierra que la vio nacer.
Tuvo ofertas millonarias para abandonar a su pueblo que
declinó constantemente. En la década de los años 50 recibió el premio nacional
de poesía y en la de los 90 el nacional de literatura.
Más de medio centenar de lauros y distinciones la
acompañaron a lo largo de sus 96 años y nunca perdió su alegría y satisfacción
por hacer lo que más le gustaba, poesía y tertulias en su casona.
Se va como llego a este mundo, aunque será recordada y
homenajeada siempre por quienes crean en la maravilla de los versos y la
palabra escrita.
Es un adiós momentáneo porque siempre regresará a los
matanceros y cubanos en cada poema que la recuerde viva.
Se informa a la población matancera y cubana que las
cenizas de la poetisa premio nacional de literatura Carilda Oliver Labra serán
expuestas en el horario de 3.00 a 6.00 de la tarde en su casona de la calzada
de Tirry 81 donde el público podrá rendirle póstumo homenaje.