La pesca con pequeñas embarcaciones en la rada matancera es muy común en días
soleados o noches con o sin estrellas…
Lo insospechado para los apacibles pescadores es traer a la superficie rarezas
marinas.
Lázaro Yosiel cantero Junco no salio de su asombro cuando el viernes último
trajo a la superficie un pez con cabeza de tiburón, cuerpo de pez terminado en
cola de manta raya con púa filosa en la punta y algo muy parecido a unas patas
en el abdomen.
La foto habla por si sola.
La foto habla por si sola.
Ante la especie tan rara se dio a la tarea de avisar a esta reportera e indagó con
viejos pescadores que entre otras cosas le explicaron que no era una especie
determinada pero que podía ser producto de la ovulación de varias especies
en un mismo lugar y que surgen así esos fenómenos mutantes de la naturaleza.
Lo cierto es que la jarana popular ha comenzado y unos dicen que es
producto de la famosa frase en las carnicerías cubanas que advierte en el barrio:
“Llegó el pollo por pescado”.
Lo cierto es que el pecado no tiene las branquias de rigor y si una especie de
orificios nasales, una boca con dientes y aletas muy raras para su forma.
En fin será una mutación o una aberración de la naturaleza.
Tienen la palabra los especialistas...