

Desde jóvenes ambos se dedicaron
a pintar y el homenaje de la UNEAC por su obra de vida en
el caso de José Ramón y por la labor del año en el de David, fue un momento
hermoso para amigos y familiares.
El Festival de Invierno trajo así
el reconocimiento y una retrospectiva pequeña de ambos, al dejar inauguradas
sendas exposiciones con algunas de sus obras.
Bonito reconocimiento a quienes
dedican su vida a plasmar el entorno cotidiano con su óptica personal del mundo
en que vivimos.
Estilos diferentes y propósitos
similares: llamar la atención de quienes sientan la necesidad de adornar su vida con obras de la creación y la sensibilidad de otro ser humano.
Eso nos acerca y permite un mejor
entendimiento para logar un mundo mejor. No olvidar que el arte hermana
pensamientos…
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